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Desde el Periódico Digital de Moreno nos envían la siguiente crónica de sumo interés no solo para los que formamos parte del plantel docente del Conservatorio, sino para la historia misma del tango en Buenos Aires:
PRMERA ORQUESTA TÍPICA DE FRACISCO ALVAREZ- DECADA DEL 40
¡Qué saben los pitucos, lamidos y shushetas! ¡Qué saben lo que es tango, qué saben de compás! Aquí está la elegancia. ¡Qué pinta! ¡Qué silueta! ¡Qué porte! ¡Qué arrogancia! ¡Qué clase pa’ bailar!
Fuente: El periodico de Moreno Digital (Alicia Vicchio)
La localidad de Francisco Alvarez, del partido de Moreno, tuvo su agrupación musical de tango por la década de 1940. Paseó su arte por las radios capitalinas y en numerosas presentaciones realizadas en clubes y salones de la época. Una historia cercana, puesta en la voz de uno de sus fundadores, el bandoneonista y vecino alvarence Derlis Gattero.
Alma de bandoneón. Francisco Alvarez es un pueblo que siempre estuvo ligado con la música, Derlis quiere contar quiénes fueron los primeros músicos de este lugar.
Corría el año 1944 cuando llegó a la localidad el maestro Alfio Nicosia, profesor del Conservatorio Fracassi.
Su llegada fue más que suficiente para despertar el ímpetu de estudiar a los pocos jóvenes que habitaban el lugar en ese entonces y, de inmediato, comenzaron las lecciones. Los alumnos eran Amaro Martínez Fernández, Roberto Altemir, José Toto Gattero, Miguel Iriarte, Fito Granea, Obdulio Beriguistán, Rodolfo Gattero, Titer Pinto, Rodolfo Puch, Federico Chechia, Augusto el portugués, Irene Martínez, Pachola Nicossia, Juanita Martín, las hermanas Borilli y Derlis Gattero, quien al evocar esos nombres no disimula su melancólica nostalgia. Al paso del tiempo de ellos disminuyó la cantidad de estudiantes. Los pocos que continuaron formaron el 5 de noviembre de 1945, la primer orquesta típica de Francisco Álvarez, con la dirección del maestro Nicossia, con el nombre de «Lira». La integraron Pachola Nicossia, en piano; Toto Gattero, contrabajo; Amaro Martínez Fernández y Roberto Altemir, en los violines; Alfio Nicossia y Derlis Gattero, en bandoneones, cantantes Luis Quiñones y Roberto Marra. Todos ellos descendientes de familias pioneras de la zona. Orquesta típica «Lira», en el centro Amaro Martínez (violín), al lado Derlis Gattero (bandoneón).
Foto histórica del archivo personal de los músicos, publicada por primera vez en un medio digital «¡Cómo no agradecer a los alvarences! si nos dieron la oportunidad de hacer música. El debut fue en la quinta de un médico al que le decíamos el dr. Pichi y en la -ya desaparecida- cancha de paleta, propiedad de la familia Marchi, luego en la Sociedad de Fomento y en el Club Francisco Álvarez, que después se fusionó con 25 de Mayo»- narra Derlis. En 1950 debutaron en Radio Antártida. Allí conocieron a Alejandro Romay, quien oficiaba de locutor. Actuaron un par de meses, siempre ad honorem y llegaron a realizar una pequeña gira por el oeste.
De regreso vendrían nuevos hechos. Estaban en una decidida evolución. Tal así que formaron su propia orquesta, desvinculándose de «Lira». «Nos llamamos «Martínez-Gattero», ensayábamos en la calle Callao 11, de la Capital Federal. Con esta nueva agrupación nos presentamos en Radio Libertad, de fundamental importancia para los músicos, ya que en aquellos tiempos no existía la televisión. No íbamos como primeras figuras, sino que -entre tema y tema- reporteaban y cantaban figuras del ambiente.» – prosigue el músico Así fue que conocieron a Margarita Palacios la flor de Catamarca y a cantantes como Miguel Montero, Roberto Goyeneche, Virginia Luque, Chico Novarro y a Tania, la lista que menciona el entrevistado es más extensa. Derlis recuerda: «El desvincularnos de la primera orquesta típica nos permitió (tanto a Amaro, como a mí), poder seguir el estudio en el Conservatorio, hasta recibirnos de profesores de música. Después volcamos nuestros conocimientos y experiencia. Así aprendieron muchos muchachos, entre ellos los hermanos Stagnaro, hoy día Abel triunfa en Medellín (Colombia).» Esta breve historia es un testimonio invalorables para el campo de la música local,con doble mérito porque la narra en persona uno de los protagonistas y poblador morenense. Gattero se despide con esta frase: «La traigo al presente para las nuevas generaciones, en calidad testimonial para aquellos que no lo sabían y en gratitud hacia el pueblo de Francisco Álvarez, en particular y a todo el partido de Moreno, en general
Un lector, Julián, nos planteó la siguiente inquietud en este mismo blog>:
Dice la neurociencia hoy tan conectada con la física cuántica que la mente no distingue los recuerdos de la realidad, lo real de lo fantástico, lo cierto de lo equivocado, de modos que cuando un sueño, o un recuerdo que es mas o menos lo mismo pero en vigilia, lo viene a ella, se disparan dentro del sistema nervioso una serie de reacciones., tanto a nivel psíquico como físico. Cuando recordamos los soles de otros tiempos, aún con los ojos cerrados o el la oscuridad se nos ilumina la vida. Esto nos ocurrió en estas horas al recibir mensaje en una nota que posteamos hace varios meses titulada “Imágenes del Paraíso encontrado” en la cual ya el profesor Carlos Emiliano de Cuernavaca, Morelos, México había hecho algunas consideraciones. En este caso la artista plástica regiomontana Ruth Rodíguez, quién tomara las fotos que ilustraban la nota, nos envió un cálido saludo que transcribimos, aunque está en el post mas abajo, para comodidad de quien ingrese y para alimento del recuerdo.
Andrés Pedro Risso junto al Director de Cultura Victor Giannoni y profesores de la Escuela de Arte. (iz) Parte del elenco de bailarines de tango.(der). Practica de coreos para la opera (arriba)
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